En el año 25 a.C. un legado de Augusto fundó la colonia de Emerita Augusta. Su situación estratégica a orillas del Guadiana y en el cruce de importantes vías romanas la convirtió muy pronto en la capital de la provincia de Lusitania. Los romanos construyeron templos, un teatro e incluso un circo, de casi 400 m de longitud y cubierto hoy por la vegetación. Destacan el teatro, el anfiteatro, el templo de Diana y los espléndidos mosaicos conservados en el Museo Nacional de Arte Romano.