En un paraje de colinas cubiertas de cipreses por encima de la llanura del Guadalquivir se descubren los restos de la ciudad romana donde nacieran los emperadores Trajano y Adriano. Entre ellos, la casa de la Exedra incluye termas y una palestra. Su gran patio dotado de una fuente demuestra el origen romano de este elemento característico de las casas andaluces. El anfiteatro tenía un aforo de 25.000 espectadores.