El "Campo", una de las plazas más conocidas del mundo, constituye un conjunto monumental de armonía casi insuperable. Es de tonos rosa y blanco, está suavemente inclinada y presenta forma de concha o abanico. Seguramente es la más bella de las llamadas "plazas-salón" habituales en las ciudades italianas y que, más que punto de convergencia de las calles, son una especie de campo cerrado, de centro vital, así como testigos históricos de las grandes proclamaciones populares y de los enfrentamientos entre facciones rivales.